sábado, abril 12, 2014

¡DIÁLOGO O MUERTE!


¡DIÁLOGO O MUERTE!
Agustín Blanco Muñoz

El orador es muy preciso: ¡Dialogamos o nos matamos! Se ignora tal vez que la nuestra es historia  de una masacre continuada que el mando-poder  impone a las mayorías vejadas y sometidas. Es la vieja historia de 500 años de invasores-vencedores que  enfrentan al débil del llanto y la conciencia.

A lo largo de este tiempo, la política ha sido un mero apéndice del aparato de dominación y control de la sociedad, concebido sobre la base del  cuerpo de ideas que se conoce desde la antigüedad. ¿Y dónde están las ideas de y para la liberación, para impulsar un modelo político, social y económico para una nueva realidad?

Hoy estamos ante un  mando-poder  que se autocalifica como socialista y que se afianza en una novedosa e inédita unidad geopolítica: Venecuba, cuyo principal instrumento de dominación es el  fraude-electoral  con el cual se logra  toda   legitimación. Pero hoy, ante el cuadro de protesta-represión-violencia desatado, el ejecutivo aspira canalizar la crisis por la vía del diálogo.

De antemano se sabe que a una maquinaria electoral controlada  no se le puede vencer. A la vez,  la MUD reconoce que no tiene capacidad ni política para otra incursión. Y al no estar prevista una práctica de ese tipo en lo inmediato, se acoge al diálogo, no para enfrentar al régimen sino para contribuir a la continuación del mismo. Y todo se adelanta con base a un supuesto respeto a la Constitución y al Estado de Derecho. 

Es tal el nivel de vacío e incapacidad para forjar una política que enfrente la actual realidad, que los partidos de la MUD que no suscriben el diálogo, lo hacen no por convicción sino porque  les fueron negadas las condiciones que exigían.

Por tanto, se miente cuando se hace el desesperado llamado a cuadrar el diálogo para evitar la muerte. El tal diálogo deja  claro que no hay peligro real MUD contra el régimen. Su camino hacia el llamado socialismo del siglo XXI se mantiene invariable.  Un modelo político, social y económico que está y seguirá vigente por encima de toda contingencia.

Y todos los acuerdos a los que se llegue,  será con miras a fortalecer las armas de una revolución, empeñada en el disfraz de la paz para esconder una verdad: no hay revolución sin violencia y muerte. Sancho, por eso no es verdad que el tal diálogo nos apartará de la siembra de muertos ya establecida en este expaís! @ablancomunoz abm333@gmail.com

Últimas Noticias, 12 de abril del 2014.

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