sábado, noviembre 21, 2015

¿TERRORISMO GLOBALEXPLOTADOR?


¿TERRORISMO GLOBALEXPLOTADOR?
AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ

16 de septiembre del 2001


Una vez más la condena unánime. Ante la magnitud de lo ocurrido el 11S-2001, la matriz de opinión exige la reprobación e identificar a los responsables para que se aplique la ley y se realice la venganza que muchos leen como lección para que nunca más ocurra un delito como éste. Estamos ante un análisis que examina los fenómenos sin establecer la causalidad para mantener a salvo toda posible debilidad del sistema vigente.

Se evade, en consecuencia, el proceso que produce lo que genéricamente se califica como terrorismo, es decir, la violencia ‘extrema’ e  ilegal que se ejerce contra un Estado o contra la expresión de cualquiera de sus manifestaciones sociales. Hay una violencia legal, ordenadora, permitida, buena y otra ilegal, rechazada, anárquica, maligna. A esta última se le considera además como ‘extrema’, criminal, inhumana y violadora de todos los derechos humanos.

¿EXISTE EN VERDAD EL BINOMIO TERRORISMO-PAZ?

Esta es una manera perversa e interesada de ver un fenómeno. Y es por ello, precisamente que la casi totalidad de los “terrorristólogos” se limitan a una sola operación: crear la contraposición terrorismo-paz. Es decir, que el primero es la causa de que vivamos en un mundo sin paz, en el cual todos los espacios están copados por la ‘peor de las violencias’. Así se explica que la paz, en tanto estado de tranquilidad, sosiego, armonía y espiritualidad, no será posible mientras esté presente la amenaza terrorista, vale decir, la posibilidad de que se atente contra la propiedad, las personas, las instituciones, para lograr un efecto intimidatorio.

Pero de nuevo se deja a un lado una pregunta esencial: ¿por qué y cómo se produce ese terrorismo aniquilador de la paz? ¿Hasta dónde es cierto que el mundo disfrutaba de una paz que se enturbió por la aparición del terrorismo? ¿Tiene rigor colocar este fenómeno como la causa de los principales males del mundo actual?

EL TERRORISTA FRENTE AL TERRORISMO DE ESTADO

Para muchos analistas, el terrorismo se entiende como la expresión de un sector de la sociedad que, a partir de una posición político-ideológico-religiosa contraria al orden vigente, promueve la intimidación de un Estado y su respectiva sociedad. El objetivo terrorista consiste, en este caso, en sembrar el miedo-pánico-terror, la inseguridad, angustia, padecimiento progresivo y generalizado que quiere lograr la desestabilización del orden vigente y avanzar en el camino de su sustitución.

En este caso estamos ante el ‘terror malo’. Quede claro, en todo caso, que el ‘terrorismo bueno’ se vale de los mismos instrumentos pero con la salvedad de que apunta hacia el logro de la estabilidad del Estado y la sociedad que organiza y controla. Recordemos entonces que hay un terrorismo de Estado al lado del terrorismo de grupos opositores.

EL TERRORISMO ES TAN ANTIGUO COMO LA EXPLOTACIÓN

¿Pero es éste un fenómeno nuevo? Esta es, en principio, la misma violencia que caracteriza todo Estado. Una institución consustancial al aparato llamado a imponer y garantizar el orden en los diferentes momentos del proceso social. En esta dirección, queda registrado que el terror-violencia nace con la propiedad y el Estado que se erige para administrarla. Hay entonces un estado esclavista, feudal, capitalista o socialista con su correspondiente aparato de violencia-terror.

Este terror está claramente expresado en los diferentes momentos, ya sea en los esclavos sacrificados en la construcción de las pirámides, en la pesca de perlas o en las minas convertidas en fosas, o en el exterminio decretado y realizado por los llamados conquistadores europeos en América, el nazifascismo o los guerreristas de  todos los tiempos que no vacilan en producir la masacre de Hiroshima y Nagasaki, la masacre mexicana, salvadoreña, guatemalteca, o la producida por el stalinismo o la realizada en la plaza Tiananmen.

TODO ORDEN SE HA IMPUESTO A TRAVÉS DEL TERROR

Y frente a este terror oficial se erigen las diversas respuestas de las fuerzas contrarias. Una de ellas es el terrorismo como instrumento político de amedrentamiento y miedo.  Una expresión violenta, contraria al orden  vigente, al margen del estatuto legal, que manifiesta su disconformidad con lo establecido a través de manifestaciones de presión y carácter desestabilizador. Es la amenaza llevada a niveles extremos, con el propósito permanente de tratar de intimidar, amenazar y aterrorizar al Estado y al propio capital por las relaciones de producción que establece y mantiene.

 Es necesario advertir, en este sentido, que hasta el presente, cada nuevo orden económico, político y social, se ha impuesto a través del terror. De modo que ese ingrediente forma parte consustancial del propio proceso conformado por el hombre a partir del surgimiento de la propiedad privada y la explotación. Un terror que primero actúa como fuerza de cambio y luego se oficializa e institucionaliza a través de la conformación de todos los mecanismos institucionales, jurídicos y religiosos necesarios para su desarrollo y desenvolvimiento.

En este complejo y difícil proceso, que tiende a ocultar el carácter clasista-propietario presente en la sucesión de modos de producción, se desarrollan las más diversas propuestas y acciones. Y el ‘terrorismo ilegal’ se yergue como una de ellas. Para ello se vale de todos los mecanismos e instrumentos ideológicos, políticos y religiosos que le sirven para armar la plataforma sobre la cual justificar el ejercicio de una violencia que termina juntando al opresor con el oprimido.

 Por eso, en la medida en que el terrorismo de Estado adquiere mayor dimensión  y se hace cada vez más difícil y limitada la posibilidad de expresar cualquier tipo de protesta, este ‘oficio’ pasa a ser realizado por pequeños y hasta especializados ‘equipos’ que son el producto de la frustrada organización del colectivo y la obligada creación de una política que se enfrenta a la vigente. Se parte de la idea de que el llamado golpe al sistema (calificado como de mala fe, criminal e ilegal) es el llamado a impulsar tanto las luchas como la quiebra del Estado autoritario-terrorista. Es de este modo como se comienza a expresar la protesta en términos de grupos-parcialidades o sectas.

TERROR Y ANTITERRORISMO

INSTRUMENTOS DE LA GLOBALEXPLOTACIÓN


La expresión del terror desdibuja entonces su contenido político y de clase para convertirse en sinónimo de atentado en el cual tiene por lo general un buen peso la emoción. En los últimos tiempos se hizo común este tipo de operación. En diferentes escenarios vemos el secuestro de personas o naves, atentados contra personas o bienes. En todo caso se reta el poder del enemigo, se amenaza su seguridad y se le advierte que su liquidación está en marcha.

En el conjunto de los “Estados Civilizados” se invierten gruesas sumas en los medios más avanzados de seguridad. USA ha dispuesto la creación de todo un aparataje antimisilístico. La más avanzada tecnología a la orden de la defensa de toda posibilidad terrorista. Esto quiere decir que por todas partes  están montados los más acabados operativos antiterroristas. Y se supone que por razón de primera potencia del mundo, el principal aparato de seguridad corresponde a los Estados Unidos. Por esto es tan impactante la operación del 11S-2001.

¿SE DEBILITA EL IMPERIO NORTEAMERICANO?

¿Cómo es posible que la primera potencia militar y tecnológica del mundo se revele como portadora de las más altas grietas y fisuras? ¿Dónde está la poderosa inteligencia-CIA? Es evidente que la operación realizada es el producto de un trabajo de alto comando-tecnología y grandísimo capital. Con lo primero se asegura la organización de un plantel humano y su correspondiente preparación en todos los niveles: técnico, militar, político-ideológico, humano y religioso. De lo segundo depende la conformación de un plano operacional al más alto nivel. Se saca a relucir un aparato que iguala o supera al existente.

No se trata simplemente de secuestrar cuatro aviones a la vez, sino de producir acciones  que requieren de una alta preparación por la precisión que reclaman. Es tal el derroche tecnológico, político, ideológico y organizacional que a 120 horas del ‘atentado’ no hay ninguna acusación concreta sobre responsables.

¿TERRORISMO EXTERNO E INTERNO?

El equipo directamente ejecutor está muerto. Ahora se habla de cómplices y  autores intelectuales, lo que conduce a considerar que el aparato ‘tecnológico-terrorista’ había logrado penetrar el macizo bloque organizacional norteamericano. A lo interno tiene que haber habido una colaboración que proviene de los ‘infiltrados’ que no es difícil convenir que es gente de la misma fuente que los ‘secuestradores suicidas’, militantes del mahometismo para quienes el primer valor de la existencia no es la vida sino la muerte. Gente dispuesta a dar la vida para cumplir con un designio o mandato de su Dios, lo cual, a la vez, le permite alcanzar la eternidad.

 En ninguna otra religión existe tal nivel de convicción y fanatismo que permite a la vez el desarrollo de una gran capacidad para el arrojo, el riesgo y cumplimiento de todo reto. Por ello es necesario referir que en este caso se mezclan lo que algunos observadores califican como ‘creencias religiosas arcaicas con propuestas o instrumentos que provienen de la alta tecnología que, a la vez, alude al tercer componente: el financiamiento.

¿SE ENFRENTA LA GLOBALEXPLOTACIÓN A LOS
VIEJOS Y NUEVOS IMPERIALISMOS?

En efecto, una operación de esta magnitud necesitó un largo tiempo de preparación y muchos recursos, lo cual hace pensar en la disponibilidad de un considerable capital. Estamos ante una operación sumamente costosa que no puede ser financiada por un reducido grupo o un Estado pobre y miserable. Detrás de esta operación parece estar el grueso monstruo del capital financiero. Sólo de este modo se puede explicar la procedencia de los fondos.

 Pero es bueno advertir que no tiene por qué verse total e indefectiblemente desligado el capital financiero y las acciones terroristas de inspiración o escuela musulmana. Estamos en tiempos de globalización, apunta el lugar común. Pero en este caso, no basta repetir la afirmación sino buscar el contenido y dirección actual de la global-explotación, como la denominamos en el Centro de Estudios de Historia Actual y la Cátedra Pío Tamayo.

 La máxima expresión del capital financiero está por encima de lo que calificó Lenin como imperialismo: fase superior del capitalismo. Hoy habría que hablar de una fase superior del imperialismo, dirigida a apoderarse del mundo y darle un nuevo orden económico, social, militar y geopolítico. Para los nuevos propietarios de las altísimas finanzas, lo importante es apoderarse de los mecanismos de control del llamado ‘mundo civilizado’, a fin de avanzar en un objetivo clave: derrumbar las fronteras de los llamados países-naciones y hacer valer la ley según la cual el capital, y principalmente el financiero en su más alto desarrollo, no tiene ni puede tolerar ningún tipo de fronteras.

EL ESTADO GLOBAL NO ADMITE FRONTERAS

Podemos estar ubicados entonces en el camino que conduce a un nuevo mundo con una organización que no responda a los viejos criterios y modelos. Hasta el presente se tiene la conciencia de que la organización actual del mundo, la misma de la antigüedad, es materialmente eterna. Esto impide concebir el tantas veces nombrado Estado Global. Un Estado en el cual se ejercerá el reino del capital mayor, por encima del cual no hay ningún otro poder y que impondría una nueva organización de la sociedad, una nueva visión del hombre y la historia.

 Estaremos entonces ante una realidad regida por leyes que esencialmente se hermanarían con el pasado por la permanencia e intensificación de la explotación. Pero el proceso ahora discurriría sobre las ruedas de la ‘tecnología supercomputarizada y superinformatizadora’. Pues bien, hoy está planteado en este mundo del multicapital financiero, la construcción de esa nueva organización.

¿CAPITAL AFECTANDO AL CAPITAL?

¿Cómo apoderarse hoy de lo contenido y organizado para imponer el Estado Mundial de las Inalcanzables Finanzas? ¿Será muy arriesgado y atrevido pensar, en términos de hipótesis, que detrás de una operación como la del 11S-2001 pueden estar los grandes intereses de la globalización que ven en el Islam, por sus condiciones, carácter y filosofía de vida, la posibilidad real de tomarlo como instrumentos para enfrentar las viejas estructuras?

 ¿Cómo y en qué términos debemos aprehender el impacto del fundamentalismo en la sociedad actual? ¿Se trata simplemente de una confrontación religiosa, de una ‘guerra santa’, de una oposición entre oriente y occidente o existen detrás poderosas fuerzas del capital pugnando por alcanzar una hegemonía? ¿Capitales afectando al gran capital? ¿O pugna entre capitales enraizados en naciones y hemisferios contra aquellos que juegan a la globalización  del terror de un capital con dimensiones aún mucho más gigantescas que las que conocemos en la actualidad?

DE LA RECESIÓN A LA DECLARACIÓN DE GUERRA


Estamos ante unos EEUU que registran una crisis económica con pocos precedentes y al altísimo capital financiero no se le ve salir en su salvación. ¿No es ésta acaso una explicación de que una buena expresión de ese capital no está dispuesto a gastar sus recursos en la recuperación del ‘decadente imperialismo’?  

Estas interrogantes nos permiten a la vez ir hacia otra reflexión a nivel de hipótesis: ante la contracción económica que vive USA es necesario recordar que en el pasado la salida más expedita para todo mejoramiento fue el apego a la promoción, organización y ejecución de guerras. El imperio se construye y mantiene sobre la idea y la realidad de la guerra, la gran institución que impone la propiedad en el mundo y que ha transcurrido como un proceso único e indetenible en el sistema de explotación.

No es verdad que ha habido una primera y segunda guerras mundiales. La guerra de los propietarios y dueños del mundo ha sido permanente. Por ello es claramente comprensible que Bush diga hoy que están dadas todas las condiciones para la primera guerra del siglo XXI. Hará la guerra contra los responsables de los ‘atentados’ del 11S-2001 y contra el país o países que les dan protección. Todo apunta hacia un gran responsable: Osama Bin Laden y su agrupación. Y, en principio, un país: Afganistán.

¿CREACIÓN DE UN ESTADO DE GUERRA?

El aparato de guerra que combina lo convencional con lo no convencional está declarado y montado. Una decisión de la guerra que no se toma en 72 horas sino que ya estaba establecida. Simplemente se le va a dar continuación. A esta hora parece estar fuera de duda que USA necesita de la activación y aceleración de la guerra en escala mayor para salvar la gran depresión. Lo ocurrido justifica ante los ojos del mundo toda reacción dirigida por el espíritu de la retaliación.

 Los días previos a los actos terroristas del 11S-2001 fueron de caída sin precedentes de la bolsa norteamericana. Y precisamente en estos difíciles días, que obligan a presagiar calamitosas situaciones económicas, se producen estos sucesos que obligan a USA a emprender de nuevo el camino de la guerra. Ya no contra Corea, Vietnam o el Golfo sino contra todo aquel que ejerza y proteja al terrorismo. Y se pondrá en práctica el Tratado según el cual la agresión a uno de los miembros de la OTAN se considerará contra los 19 firmantes. EEUU habrá creado un contrario: el terrorismo y abrirá contra él las formas de guerra que sean necesarias.

EL 11S-2001 SE INICIA LA GUERRA DE EXTERMINIO

Mientras, en su propio seno proseguirá la lucha de las fuerzas del capital por el desarrollo o el freno de la globalización. En lo inmediato –seguimos hablando en términos de hipótesis- las fuerzas del “Estado más poderoso del mundo” entienden que su recuperación está en la nueva y verdadera Guerra de Exterminio. Ahora se irá más allá del Golfo y se extinguirá a los fundamentalistas de todo cuño. Se buscará hacer desaparecer el poderío musulmán.

 Todo estará ordenado para el triunfo del imperio, en tanto gran productor y comercializador de armamento que ahora adquirirán muchos países para ponerse a tono con las exigencias del tiempo de guerra que padecemos. Unos para participar directamente y otros para aumentar su ‘seguridad y defensa’. Se olvida USA, sin embargo, que en su propio seno está inscrita la huella y la acción musulmanas. Son siete millones que hoy forman parte de su población. El desarrollo de su culto e influencia es cada vez mayor. ¿También se enfrentará este ‘enemigo’ a lo interno?

¿TERRORISMO PERMITIDO?

La situación actual es a tal punto difícil que ya hay quien se pregunta si el propio Estado norteamericano puede haber actuado o permitido el desarrollo de un plan terrorista de tan vasto alcance. Porque la pregunta no desaparece fácilmente: ¿cómo es posible que un equipo de inteligencia-espionaje tan desarrollado no haya detectado un trabajo de años de las fuerzas ‘terroristas’? ¿Terrorismo permitido que puede pagar altísimos dividendos?

 A estas alturas del problema, y ante su alta complejidad, no es posible desechar ninguna hipótesis. Es evidente que por lo general estas son cosas que no son fáciles de digerir. Pero ¿cómo concebir que un imperio se deje ningunear por algo que ni siquiera llega al nivel del patio trasero? Y visto desde el otro ángulo, si el ataque correspondió a un gran poder, entonces habrá que admitir que las fuerzas globalizadoras están detrás del 11S-2001 para cerrar una nueva realidad, tanto en USA como en el mundo capitalista, en el cual se impone el Estado Globalexplotador.

EXPLOTACIÓN VS EXPLOTACION


El 11S-2001 está alejado del 11S-1973. Entonces las fuerzas del terrorismo acabaron con el gobierno de Allende. Se aplastó una naciente experiencia democrática. 28 años después  una aparente y pequeña fuerza o un dragón de iguales dimensiones humillan un imperio. Y la pregunta entonces no puede ser más comprometedora: ¿hacia dónde va este mundo después del 11S-2001? Todo parece indicar que se acaba de producir el inicio de un nuevo período en la geopolítica mundial. Las relaciones internacionales, en lo sucesivo, estarán influidas o determinadas por las confrontaciones que ahora se plantean.

 El imperio USA tratará de conformar el bloque del capital-Estado imperialista, capaz de dominar los conflictos más resaltantes: narco-terrorismo y protestas a causa del terror-hambre que lleva a la fosa en el mundo a docenas de seres humanos cada minuto. El terrorismo de Estado capitalista ‘tradicional’ buscará su salvación. El Estado Global seguirá apuntando hacia el inmenso porvenir de la explotación. ¿Y cuándo despertará el colectivo-pueblo para construir el global enfrentamiento con base a la acción colectiva mundial que conduzca a una historia más allá de imperios,  fundamentalismos y todo terrorismo explotador?


Publicado en La Razón
el 16 de septiembre del 2001
5 días después del 11S-01

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